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Mejorar nuestra salud y nuestra calidad de vida son los objetivos principales de la obra de la que hoy vamos a hablaros. El título os lo adelanta, se trata de una obra de arquitectura deportiva.
El complejo deportivo se encuentra en Oleiros, en la provincia de La Coruña, y ofrece una amplia gama de deportes para mantenerse en forma, relacionarse y disfrutar del tiempo libre, y relajarse en sus modernas y confortables instalaciones. Precisamente de esto es de lo que vamos a hablaros hoy, del exterior y del interior de este edificio deportivo.
Sus autores, los arquitectos del estudio Naos Arquitectura, tienen mucha experiencia en esta rama abalada por muchas obras construidas. Como ellos mismos dicen: nuestra arquitectura tiene como objetivo prioritario la creación de edificios y espacios que respondan a un óptimo programa funcional, con un diseño medioambiental sostenible y con los mínimos costes de mantenimiento
. Tres características que identifican su trabajo y que destacan en este proyecto concreto.
Nos encontramos en la zona más húmeda de este proyecto. Ante nosotros se extienden dos piscinas de diferentes condiciones. La primera de ellas es la menor y está enfocada al aprendizaje. Con una profundidad que varía entre los 80 centímetros y los 1.20 metros, esta piscina de menores dimensiones se sitúa en sentido horizontal al bloque. La otra es más larga y, situada en sentido longitudinal, se destina a los nadadores expertos. Ambas tienen unas perspectivas envidiables: ya sea nadando a braza o a crol en cualquiera de ellas, nuestra mirada puede perderse en el jardín verde que nos rodea. Este gran cerramiento de vidrio de tres metros de altura permite que el exterior forme parte de los espacios interiores y que los rayos de sol nos iluminen, pero no molesten mientras chapoteamos dentro.
Gracias al gran acristalamiento de este bloque, los testeros noroeste y sureste se emplean como soláriums en la época estival. Aquí aparecen sensanciones contrapuestas: nos encontramos rodeados de la naturaleza, pero protegidos y aclimatados.
Arriba, donde uno de los muros se encuentra con el techo, un lucernario con estructura de madera deja que en la meta los rayos de sol nos acompañen en nuestra gloria.
Además de las dos piscinas, el programa del centro se complementa con una sala de ejercicio cardiovascular, dos salas de actividades dirigidas y otra de ciclo indoor, que podemos ver en esta imagen. Si pensabas que la situación de la piscina era privilegiada, espera a conocer esta. En paralelo y arriba, todas las salas mencionadas vuelcan sus visuales a la zona acuática. Nos parece una estrategia muy acertada que cuida a los usuarios. Hacer deporte en espacios interiores puede traer sensaciones de agobio, que aquí se evitan gracias a la transparencia. Nuestro punto de mira ya no será el cronómetro, sino el azul y a lo lejos el verde.
Aprovechamos esta imagen también para destacar el lucernario de antes, que aunque ya no está a la vista, se intuye por la sombra que proyecta: un juego de luces dinámico que pasa por la pared y se refleja en el agua.
En cualquier centro deportivo, la posición de los vestuarios marca la comodidad de uso de sus instalaciones. Su situación idónea es próxima al acceso y a las diferentes actividades, ya que a nadie le gusta tener que recorrer largas distancias mojado o luciendo sus mejores galas. En este caso, se sitúa en planta baja, junto a la puerta, hecho que permite que tengan acceso directo a la piscina (en el mismo nivel) o a las salas (situadas justo arriba). El gran pasillo que vemos corresponde a esta área del proyecto, y como podemos observar poco tiene que ver con esos pasillos interiores y oscuros a los que estamos acostumbrados. Aquí entra la luz del sol y se disfruta de las vistas exteriores. El cambio de colores y materiales y el juego de salientes y entrantes, crea un ritmo que rompe la sensación de túnel.
Hemos empezado este libro de ideas de una manera un tanto atípica. Normalmente nos aproximamos al exterior y luego recorremos el interior. Hoy hemos decidido hacerlo al revés, conocer la calidad de sus espacios interiores y más tarde observar los continentes.
Así pues, tenemos ante nosotros un edificio que consta de dos bloques. Quizá ahora entendamos la disposición del programa. El más alto de ellos, situado en la izquierda de esta imagen, continene en planta baja los vestuarios y arriba las salas de actividades. El otro, más bajo y a la derecha, alberga las dos piscinas. La construcción de ambos responden a criterios de sostenibilidad y se diferencian para dar respuestas a dos exteriores distintos. El primero, de aspecto más másico y encerrado en sí mismo, da frente a una estructura viaria urbana. El otro se cierra con una fachada más blanda y orgánica
para aprovecharse del entorno natural y verde.
Ya conocemos un poco más los secretos de este tipo de arquitectura. Si quieres seguir leyendo cosas sobre este tema, aquí te dejamos dos enlaces interesantes:
