En este libro de ideas les mostraremos cómo integrar las puertas a la decoración de nuestros espacios.
Nos pasa mucho que sin la ayuda de un decorador profesional, pasamos por alto el potencial decorativo que elementos esencialmente prácticos, como puertas y ventanas, pueden tener en la decoración, generando un fuerte impacto visual o ayudándonos a captar mejor el estilo que queremos darle a un recinto determinado.
Para evitar que las puerta se conviertan en una oportunidad desperdiciada, hemos recopilado estas imágenes, que estamos seguros, les servirán de inspiración que las pondrán a valer.
En este espacio, las puertas de madera con vidrio esmerilado en el medio son tan decorativas como prácticas, ya que las hojas quedan ocultas por la pared del mismo material.
Esta puerta además de exhibir todas las virtudes de la madera, tiene la particularidad de ser muy larga, lo que sirve para jerarquizar este espacio.
En el mismo espíritu que el punto anterior, podemos ver lo que ocurre cuando en la puerta exterior se abre a un espacio de doble altura. El resultado, como vemos en la imagen, no puede ser más imponente.
Este logradísimo espacio encuentra el complemento perfecto en una puerta antigua que se pintó de anaranjado.
Siguiendo con los tonos intensos, esta puerta de color ocre y acabado brillante, habría sido bastante del montón, de no ser por la elección del color
Son la solución perfecta para separar espacios, sin sacrificar la entrada de luz natural. Además, esa cualidad brumosa, resulta de lo más atractiva.
Si queremos un ambiente playero, las puertas de romanilla en cualquier variedad de madera, son una opción espectacular en tierra caliente.
No sólo el color de estas puertas es algo fuera de lo común, también lo son los picaportes de bronce con forma de escarabajo. ¡Fabulosos!
Una opción muy apropiada para puertas que conecten con espacios exteriores, son las de hierro y vidrio. En esta casa, el hierro se pintó de azul índigo que nos encantó.
¿Se les habría ocurrido? En esta casa, ese espacio está diferenciado de los demás, pintando todo el volumen, puerta incluida, en amarillo.
Esta puerta laqueada en blanco, con vidrio y ese aire clásico, se encuentra empotrada en la pared, con un sistema de rieles superior, que permite que quede escondida dentro de la pared.
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