Sencillos consejos para renovar laminados

La cera es la respuesta uno al hablar de reparaciones de laminados. En algunos casos, como en los laminados de tonos claros, los rasguños o rayones quedan disimulados por el mismo dibujo del material. El problema mayor lo presentan los laminados oscuros. Según sea el caso, deberás optar por una cera más clara o más oscura, más opaca o más brillante. 

El procedimiento se efectúa mediante una previa limpieza de la zona, preferentemente usando jabón neutro y agua tibia. Después, untá un paño seco y limpio en la cera para laminados que hayas elegido. La cera se aplica suavemente, pero presionando de modo que ingrese y cubra el desnivel provocado por el arañazo. Se trata de un recurso económico que además te dará un plus de brillo y limpieza.

Arriba, una cocina deslumbrante de Gutman+Lehrer Arquitectas, con bajo mesada de laminado plástico.

En la imagen vemos un piso laminado. En estos casos, es frecuente que los rayones ganen cierta profundidad. Quizás un mueble movido en forma abrupta provoca un desastre en el suelo. Quizás entrás en pánico. Pues  no lo hagas. Una de las ventajas del laminado, tanto en pisos como en muebles, es que los daños son reparables con gran facilidad.

Los rellenos especiales para laminados son preparados plásticos que se aplican sobre la superficie limpia y se dejan secar al menos 24 horas. Es lógico que quede un poco excedido de la zona a reparar, por lo que simplemente tenés que pulir muy suavemente. Después, sí, podés aplicar cera. Aclaremos que este relleno plástico para laminado es factible de aplicar en todo tipo de muebles, tanto de baño, de cocina, modulares, bibliotecas, etc, etc., etc.

Arriba, un piso laminado impecable de Almacén de Carpintería Gómez.

Si ya suspiraste con la imagen de arriba, de Trestrastos, donde se aprecia una encimera impecable de laminado compacto de alta presión, te contamos otro truco para aliviar marcas, manchas y mejorar el aspecto de tu laminado.

Como anticipa el título del apartado, el aceite de oliva es frecuentemente implementado en reparaciones caseras de laminados. Este producto natural es un restaurador de madera por excelencia y dará a tu laminado un renovado brillo, ya sea que lo apliques sólo, con vinagre para desengrasar o con sal, para eliminar manchas difíciles.

El crayón es un lápiz a base de cera que se emplea en el dibujo. Vas a encontrar distintas calidades, sobre todo si vas a un negocio especializado en materiales para artistas. Lo importante es que consigas un crayón del tono de tu laminado. Con este recurso, podrás cubrir pequeños arañazos o rayones en tus muebles o elementos laminados. 

Como vez, el recurso es facilísimo y accesible a todo bolsillo. El modo en que se realiza esta operación es primero frotando un crayón de un tono más claro que el laminado a reparar y asegurándote de que la hendidura quede nivelada. Después, pinta el área con otro crayón, esta vez sí del color que necesitás. Para una terminación bien prolija, pasá un paño seco muy suavemente y, después, una mano de cera.

En la imagen de Mudeyba S.L. se aprecia en todo su esplendor un mueble de cocina con laminado en las alacenas superiores y en los bajo mesada.

Se trata de un procedimiento simple que no necesita especialistas: ¡lo podés hacer vos! El recurso se conoce con el nombre de parche para laminados. El truco, el secreto, la clave del éxito, digamos, consiste en que encuentres un laminado lo más similar posible al que necesita reparación. Esta operación es admisible en todo tipo de laminados y muebles.

Para empezar, cortá el parche de forma prolija con las medidas que necesitás y limale los bordes. Tomá este trozo de material como medida para el recorte en la zona dañada. Así, podrás retirar con exactitud el laminado que ya no sirve. Es fundamental que cortes con cuidado y quites la pieza sin dañar el resto de la superficie. Antes de pegar el parche con cemento de contacto, asegurate que la zona esté bien limpia. 

Hay que decirlo, los laminados pueden durar toda la vida sin un solo rasguño. El tema de los rayones puede evitarse. En primer lugar, no uses productos abrasivos para limpiarlos, sobre todo en las encimeras de la cocina o el baño. Desde ya, el laminado es un plástico, por lo que sería un total despropósito apoyar sobre él un objeto caliente. Si hablamos de la cocina, no cortes nada directamente sobre el laminado. Asimismo, algunos alimentos ácidos, como el limón, podrían dejar marcas en su superficie.

En conclusión, el laminado es bueno, bonito y barato y se pueden tomar recaudos para que dure muchos años. De lo contrario, siempre es posible recurrir a alguno de los trucos que dimos en este libro para reponer su aspecto original. Este material está cada vez más en boga en la decoración y el diseño de interiores, si estabas pensando en usarlo en tu casa, ni lo dudes, no te arrepentirás.

Y si querés conocer otras opciones, no dejes de leer: Mesadas de cocina: ¿qué opciones existen?