A lo largo de la historia de la arquitectura, las ventanas han ocupado un papel a destacar. No sólo aportan funcionalidad y calidad a los espacios. También añaden valor estético y son portadoras de estilo. En ese sentido, la arquitectura moderna es un gran ejemplo.
Si buscás modelos de ventanas, en términos de forma y color, las posibilidades son infinitas. Ya sea que optés por diseños clásicos o contemporáneo, el estilo y tamaño de apertura dependerá de la ubicación de la vivienda, tamaño y necesidades.
La ventana como elemento arquitectónico moderno, no solo se utiliza para embellecer la fachada. De ellas depende la ventilación e iluminación del hogar y la capacidad de aislamiento acústico y térmico.
Pero no todo es forma y estilo, los materiales elegidos para las aberturas son muy importantes, ya que ellos de ellos depende su grado de eficiencia. También lo son los marcos y por supuesto, las medidas de seguridad que puedan llegar a incluir.
El estilo de ventana que elijás para tu hogar debe reflejar el estilo de la casa y coincidir estéticamente. Existen diferentes modelos como rústico, moderno, contemporáneo, postmoderno, minimalista. Sus características dependen de la forma, dimensiones o materiales.
Asimismo las ventanas se clasifican según si son de cristal o vidrio, la apertura, el diseño y la perfilaría.
El tipo de vidrio, es el que determina el grado de aislamiento y confort que se puede alcanzar hacia el interior del hogar. Por ejemplo, el doble acristalamiento proporciona mayor aislamiento y seguridad.
El aislamiento puede ser acústico y térmico. Y las medidas de seguridad pueden incluir cristales que, frente a una rotura, al encapsularse evita cortes.
Existen distintos materiales, las más comunes son las ventanas de madera. Suelen añadir un toque natural y acompañan muy bien al estilo estilo. Además son aislantes. Un punto en contra: mantenimiento. Deben protegerse de la radicación solar y de las inclemencias del tiempo.
Según la abertura las ventanas pueden ser abatibles. Se conforman de una o dos hojas y su apertura es lateral. Son seguras, se cierran herméticamente y son perfectas para espacios súper amplios.
Las aberturas de aluminio y PVC brindan aislamiento acústico, no tienen mucho mantenimiento y son muy versátiles ya que se pueden adaptar a distintos tipos de espacios. Las primeras también son muy flexibles y muy buenas aislantes. Vienen en distintos acabados y colores.
Otra opción son las ventanas fijas. Por lo general pueden ubicarse en el sector de la escalera, no se abren y sirven para añadir luminosidad y mejorar las vistas.
Las batientes son otro tipo de ventanas. Se inclinan hacia arriba o hacia abajo y se las puede ver en oficinas, baños entre otros espacios.
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Las ventanas/aberturas corredizas son buenas soluciones para dividir espacios y se desplazan sobre un carril que se encuentra en un marco. Además son una buena alternativa para ahorrar espacio.
Las pivotantes son muy comunes en altillo o buhardillas. En ellas la hoja de la ventana gira en torno a un eje.
Al momento de elegir la abertura de una vivienda se tiene que acudir a un profesional y tener en cuenta:
También es importante definir a qué estancias las ventanas/aberturas les dará servicio. No es lo mismo un living que una despensa, ya que una necesita más luz que otra.
Los marcos tampoco pueden pasar desapercibidos. Dependiendo del color y el estilo de la arquitectura de tu hogar, se pueden escoger marcos y parteluces que le den color al exterior de la casa.
Las ventanas deben ser atractivas. Si bien la estética exterior es importante, cómo se vean hacia el interior de la vivienda también es relevante. En los baños, por ejemplo, buscá ventanas que permitan la entrada de luz, pero que no proporcionen ángulos de visión directa desde el exterior, al no ser que la vista esté obstruida, en un nivel más alto que el suelo.
En espacios públicos, si la vista exterior es importante lo mejor es aprovecharla al máximo. Por lo tanto, las ventanas deben ser amplias y, si el estilo de la casa es moderno, se pueden extender desde el techo al piso.
Otro dato relevante, es la orientación del sol. Esa información garantizará que tu hogar no se caliente ni se enfríe demasiado. Y muy importante: gracias al diseño climático la casa se vuelve más eficiente.
Además, las ventanas/aberturas se tienen que elegir según la ventilación necesaria. Muchas habitaciones tienen ventanas operables, lo que significa que se pueden abrir o cerrar según sea necesario. Las ventanas fijas no se pueden abrir y se usan en livings que utilizan ventanas grandes y amplias. En general, la mayoría de los hogares tienen una combinación de ambas.
Una vez que ya se ha elegido el estilo de la ventana, hay que preguntarse cuál la función que tendrá. Si bien su función básica es dejar pasar la luz, también pueden servir como puerta de entrada, como en una puerta corrediza de vidrio para acceder a un porche, por ejemplo, o pueden ser fijas y ornamentales solo por motivos estéticos.
El precio de una ventana depende del tipo de:
Las ventanas de aluminio, según su calidad, pueden ser:
Por ejemplo, una ventana corrediza de categoría alta, de 1,50 x 1,1 m es un 20% más caro que las de calidad media. Las de ruptura de puente térmico se obtienen con una diferencia que llega al 47 %. Las de PVC pueden costar un 15% más que las de aluminio.
Si nos preguntamos qué hay en el mercado y cuáles son los precios de las ventanas encontraremos varias posibilidades. Las ventanas de aluminio de 150x110 con un vidrio de 4mm se pueden conseguir desde los 1600 pesos.
Por otro lado, las ventanas de algarrobo, con celosía, de 100x100 tienen un precio de $2599 pesos. En tanto, los ojos de buey o pivotantes se consiguen desde los $1500 pesos.
Los ventiluz corredizos de aluminio, que son ideales para el baño y tienen un tamaño de 60x40: con vidrio de 4mm, se adquieren desde los $550 pesos. Las ventanas de techo rectangulares, de 0,55x0,98 cuestan desde $26.600 pesos en adelante.