¿Problemas con las puertas? Arréglalo con tus propias manos

José Manuel Peñalver Romero José Manuel Peñalver Romero
Puertas de exterior, Timberplan Timberplan Modern windows & doors
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Si quieres conservar las puertas de tu casa porque te gustan, porque no hace falta cambiarlas o porque económicamente no es el mejor momento, pero sí necesitan un trabajo de restauración o la solución de pequeños problemas, como rozaduras, pomos que no cierran, bisagras que chirrían, etc, te ofrecemos una serie de consejos para que las renueves sin necesidad de invertir apenas dinero. Lo primero que debes tener en cuenta es evaluar si la puerta está bien recta y en buenas condiciones. Y es que con el tiempo, y según el clima, éstas tienden a deformarse, entorpeciendo su apertura y su cierre. Con la ayuda de homify, puedes abrir la puerta de este artículo y ponerte manos a la obra para reparar esos pequeños desperfectos en las puertas de tu casa.

Desperfecto nº1: la puerta chirría

Deja de enloquecer por ese irritante ruido que hace la puerta al abrirse y cerrarse. La solución es muy fácil: usa un aceite lubricante en aerosol. El aceite lubricante es perfecto para reparar los chirridos que producen las puertas. Hay muchas marcas de aceite lubricante que pueden ser adecuadas para este propósito. El aceite debe penetrar en las visagras y para ello los aplicadores que vienen con el envase tienen una boquilla fina para que puedas acceder a todos los rincones.

Desperfecto nº2: la puerta no queda recta y alineada

Si la puerta se ha descuadrado y ya no queda recta, puedes reforzarla con escuadras. Retire la puerta sacando los pasadores de las bisagras con un martillo y un punzón. Coloca la puerta contra el marco sobre unas pequeñas cuñas de madera de manera que quede paralela y en ángulo recto con el marco. A continuación, suponiendo que el marco de la puerta sí esté recto, fija las escuadras a las esquinas de la puerta. Localiza las posiciones adecuadas para las cuatro escuadras y márcalas. Haz los rebajes necesarios para las escuadras con un formón o una fresadora eléctrica. Rellena los rebajes con adhesivo de dos componentes y fija las escuadras con tornillos para madera. Tras lijar de manera uniforme las áreas en torno a las escuadras, cubre los rebajes al ras con la superficie de la puerta utilizando masilla para madera y remate con una pintura de color adecuado.

Desperfecto nº3: la puerta se atasca

Primero comprueba si la puerta se atasca en la parte superior o inferior. Es posible que la bisagra esté suelta o que sobresalga la cabeza de un tornillo y, por ese motivo, la puerta no cuelgue totalmente recta. Si no consigue apretar las bisagras o si los agujeros de los tornillos son demasiado grandes, puede cambiar los tornillos por otros más largos o más gruesos con el mismo tamaño de cabeza, o bien rellenar el agujero del tornillo con una cerilla. También es posible que las bisagras estén desgastadas. En ese caso, si las cambia por otras bisagras nuevas, es posible que la puerta vuelva a colgar recta.

Desperfecto nº4: puertas que rozan

Uno de los problemas más frecuentes que, con el paso del tiempo, se producen en un hogar es el de las puertas que rozan con los marcos o con el suelo. En general, se debe a que se aflojan los tornillos que la sostienen o a una deformación de la madera. Pero ambas situaciones tienen solución: ajustar las bisagras, lijar o cepillar la madera, como hemos descrito antes o introducir arandelas en las bisagras para elevar el nivel de la puerta. Como un profesional

Desperfecto nº5: la puerta se arrastra

Cuando esto sucede, una forma fácil de solucionarlo es utilizar una cepilladora de madera o lijadora de banda, también puedes hacerlo con una hoja de lija, pero será más trabajoso y lento. Observa la puerta, ábrela y ciérrala varias veces para determinar qué parte es la que roza y cuánto habrás de lijar. Para hacerlo deberás desmontar la puerta quitando las bisagras. Es aconsejable trabajar en el exterior ya que el serrín y el polvo volaran por todos lados; si tienes una mesa plana o caballetes en donde apoyar la puerta te resultará más cómodo para lijarla y será más seguro. Si utilizas una lijadora eléctrica ten cuidado, ya que son muy potentes y en pocos segundos podrías haber lijado más de la cuenta

Otros desperfectos

A veces, es el pomo de la puerta el que se atasca; no se abre y cierra correctamente y hay que forzarlo demasiado. Desmontándolo y lubricando todos sus engranajes de nuevo puedes hacer que vuelva a funcionar a las mil maravillas sin necesidad de cambiarlo.

Si no quieres cerrarte más puertas, entra en 10 puertas que abrirán tu imaginación.

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