Madreselva, una planta trepadora perfecta para el jardín

Isabel Rodríguez Isabel Rodríguez
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Tener un jardín constituye una oportunidad única de crear un espacio agradable en el que disfrutar al aire libre en la intimidad del hogar. El diseño del paisaje exterior acostumbra a incluir diferentes elementos entre los que las plantas ocupan un lugar destacado. La elección de las mismas depende, con frecuencia, del objetivo perseguido con la presencia de las mismas aunque, en líneas generales, su misión no es otra que la de mejorar la estética del espacio añadiendo frescura. La madreselva es una planta trepadora habitual en el ámbito de la arquitectura del paisaje y es que, además del componente estético, tiene una dimensión práctica nada desdeñable. Su atractivo aspecto sumado a su rápido crecimiento hacen de ella una solución ideal para embellecer el jardín al tiempo que añade privacidad o propicia zonas de sombra, entre otras cuestiones.

Las bondades de la madreselva no se limitan a sus flores o precio sino que también ofrece beneficios para la salud y actúa sobre la purificación del ambiente con grandes resultados. Además sus cuidados no revisten demasiadas atenciones lo que, en suma, convierte a la madreselva en una planta a tener en cuenta para el diseño y la decoración del jardín.

​Madreselva: la reina de las trepadoras

Originaria de la Europa meridional, la madreselva es una planta trepadora fácilmente reconocible. Sus flores de aspecto acampanado constituyen un auténtico espectáculo para la vista, además de ofrecer un aroma embriagador capaz de conquistar al resto de los sentidos. Se desarrolla especialmente bien en zonas de sol con una exposición filtrada a la luz, esto es, ambientes de semi sombra aunque resiste también la luz directa. En términos de temperatura es capaz de soportar un amplio abanico térmico aunque las flores de la madreselva son amigas de los veranos cálidos.  

Dado su rápido crecimiento, son perfectas para cubrir vallas, muros o pérgolas por lo que, a la hora de ubicar la madreselva en el jardín, lo ideal es dotarla de soportes que permita su desarrollo en altura. Celosías, árboles o estructuras destinadas a crear zonas de sombra son grandes aliadas en el desarrollo de estas plantas trepadoras que pueden alcanzar 6 metros de altura. Con un buen asesoramiento profesional, su contribución al conjunto del diseño del jardín resultará de lo más atractiva.

​Universo cromático

El aspecto de la madreselva es uno de sus principales atractivos y es que existen multitud de especies de esta popular planta trepadora. Sus hojas pueden alcanzar los 10 centímetros de longitud, siendo de un verde más claro en el envés. Sin embargo, son sus flores las que reclaman una mayor atención, sobre todo, en la época de primavera, momento del espectáculo de la floración. De forma acampanada, su aspecto más popular es amarillo con destellos rosados una vez han madurado, una estética que arranca desde el blanco y que puede tornarse en naranja en la conocida madreselva coral propia de Estados Unidos y menos frecuente en Europa.

​Propiedades de la madreselva

Más allá del atractivo estético de la madreselva en flor, esta planta trepadora es conocida por sus interesantes propiedades medicinales o su capacidad para limpiar el aire de los efectos de la polución. En lo que a la salud se refiere, los expertos vinculan las propiedades de la madreselva al alivio de los síntomas de la gripe, las afecciones respiratorias e, incluso, a la relajación y la mejora del sueño.  

La corteza y las hojas, por ejemplo, son diuréticas y astringentes mientras que las bayas anaranjadas son tóxicas. Las flores blancas de la madreselva, sin embargo, son conocidas en la medicina tradicional china como remedio para inflamaciones de la laringe, infecciones respiratorias y otras enfermedades. En ciertos herbolarios, es posible encontrar jarabes fabricados a base de flores de la madreselva para el tratamiento de resfriados, asma, reuma y hasta trastornos hepáticos.

​Cuidados de la madreselva

Una de las bondades de la madreselva es que es una planta muy agradecida en términos de cuidados. Mantenerla en perfectas condiciones no requiere de demasiadas atenciones y, sin embargo, su aportación a la estética del conjunto resulta de lo más atractiva. En viveros y tiendas especializadas su precio ronda los 10 euros para ejemplares de en torno a un metro de altura aunque la inversión es fácilmente recuperable dada la sencillez de su reproducción. La misma puede hacerse mediante semillas o esquejes, siendo esta última y el acodo las fórmulas más sencillas. Para acodarla, la mejor época es la primavera. Basta con enterrar en el suelo una de las ramas que cuelguen de la planta de madreselva y, en aproximadamente tres semanas, habrá enraizado y estará lista para cortarla y trasplantarla a cualquier otro escenario.

Entre los cuidados de la madreselva que has de contemplar está el riego. Su naturaleza resistente no la exime de requerir ciertas atenciones y es que, aunque soporta bien la sequía, la madreselva y sus flores crecen mejor en ambientes húmedos. En verano y primavera se recomienda regarla cada dos o tres días mientras que, en las estaciones más proclives a precipitaciones, estos riegos pueden espaciarse hasta los quince días. En cualquier caso, conviene evitar el encharcamiento.

Completan el capítulo de los cuidados de la madreselva cuestiones como la poda o la atención a enfermedades y plagas. Estas últimas no tienen mucha incidencia en el desarrollo de esta trepadora ya que son pocas las plagas o enfermedades que suelen atacarla y se eliminan fácilmente con tratamientos específicos. En materia de podas, lo mejor es realizarlas en invierno de manera regular para propiciar que la aparición de las flores de la madreselva en las mejores condiciones.

¿Jardines verticales o trepadoras?

El gusto particular de cada uno tiene mucho que decir al respecto del diseño del jardín. Como decíamos al inicio de este libro de ideas, el fin último de la presencia de las plantas en el espacio al aire libre será determinante a la hora de elegir unas soluciones u otras. Las plantas trepadoras como la madreselva son una opción popular con múltiples aplicaciones: desde la creación de muros verdes a la generación de zonas de sombra pasando por cuestiones meramente estéticas.

No obstante, la ornamentación a base de plantas ha evolucionado a lo largo de los últimos tiempos y, hoy en día, los jardines verticales se han convertido en una alternativa factible a las míticas plantas trepadoras. ¿Cuál es, entonces, la mejor opción para la decoración de los muros del jardín? Una y otra solución son diferentes y, mientras que la madreselva y sus flores son bastante versátiles a la hora de ubicarse en uno u otro lugar y no requieren excesivos cuidados, los jardines verticales otorgan un plus de atractivo estético abriendo un abanico de posibilidades en términos de composición que, sin embargo, pueden implicar mayores atenciones.

Trepadoras o soluciones verticales no son, sin embargo, las únicas alternativas para trasladar el encanto de la vegetación al jardín. ¿Buscas inspiración? Descubre más propuestas en nuestro artículo: 42 ideas fantásticas para tener un jardín pequeño ¡y lleno de encanto!

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