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En este libro de ideas les mostraremos 9 trucos para que la calefacción caliente sin resecar.
Tanto en dormitorios, como en otros ambientes de nuestra casa, la calefacción en los meses más inhóspitos es una necesidad. Y quién puede negar que es muy agradable la sensación de llegar a una casa calentita después de sufrir el frío de la calle. Tampoco se puede negar, sin embargo, que la calefacción tiene sus bemoles. Empezando por el gasto en nuestro presupuesto mensual y siguiendo por esa sensación muchas veces desagradable de sentir que ese calor se roba la humedad de nuestros espacios, dejándonos con una sensación de resequedad, que sentimos hasta en la piel. Para sacar el mejor partido de la calefacción y evitar los problemas que puede traer, les traemos 9 truquitos sencillos.
Si las ventanas no cierran herméticamente, necesitaremos gastar mucho más en calefacción para mantener nuestros ambientes calientes. Un desperdicio de dinero y energía.
Para ello podemos acudir a profesionales que nos orienten. Lo cierto es que no todas las casas o departamentos pueden manejarse con calefacción central y que no es igual la estufa que necesitaremos para el living que la que nos haría falta en el dormitorio, por ejemplo.
Ingenioso invento que permite que la calefacción nos acompañe dondequiera que vayamos, en lugar de tener que prender estufas diferentes cada vez que cambiamos de cuarto.
Para vestir
la casa y sentirnos más abrigados, los textiles en géneros gruesos y calientes son la solución ideal y más decorativa, además.
Las plantas y las flores en jarrones grandes con agua, contribuyen a generar un equilibrio brindando humedad y contrarrestando así la resequedad de los ambientes que provoca la calefacción.
Sin importar cuán frío esté afuera, es importantísimo ventilar todos los días, o el aire en espacios cerrados termina viciándose y provocando enfermedades. Esa regeneración de aire, ayuda a paliar también la sensación de resequedad típica del uso prolongado de la estufa.
Durante la noche, la calefacción cerca de la cama nos proporcionará calor, sin necesidad de tenerla encendida en los niveles más altos ahorrando así en energía y dinero.
De vez en cuando, podemos darle un descanso a la calefacción y volver al pasado con un romántico fuego a leña en la chimenea.
Para que el invierno no nos deje con la piel, el pelo y las uñas resecos, es importante mantenernos constantemente hidratados y consumir agua suficiente durante el día y también durante la noche.
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