A la luz de la sombra, los toldos

Karen Ayerve Karen Ayerve
homify Garden
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De la misma forma que cuidamos hasta el más mínimo detalle de la decoración en tierra de nuestros espacios abiertos, de la misma forma debemos mimar el diseño que queremos darle a los accesorios de las alturas. Entre ellos, mención especial merecen los toldos, aquellas porciones de tela bajo la que refugiarnos de las altas temperaturas se han convertido en toda una pieza del diseño, y un accesorio esencial cuando las inclemencias del tiempo hacen de las suyas. 

Cada espacio demanda un toldo que se ajuste a su estética y, sobre todo, a las necesidades que quiera cubrir, las mismas que con la evolución en el diseño de los espacios, han obligado a estos accesorios a reinventarse y satisfacer otras exigencias para las que fueron concebidos. Elásticos, de caña, tela, madera de palma o de cristal. Sobre gustos no hay nada escrito. Repasamos algunas de las funciones y diseños que los toldos pueden presentar. 

Los de madera de palma

Entrar en este patio es entrar a un mundo de ensueños, es dejarse llevar por la atmósfera placentera que nos envuelve sus sombras geométricas. Imposible no levantar la mirada para explorar de dónde proviene tal fuente de regocijo. El responsable, este fascinante toldo de madera de palma elaborado de tal manera que al rodear por completo el patio, sigue la figura de un caracol. En los días más soleados no podemos perder detalle a los mosaicos que de la nada decoran las paredes.Todo un diseño exquisito.

A la sombra de los blancos

Este diseño de la casa española, El Jardín de Ana, invita a jugar con las formas a modo de puzzle, en el que las piezas no siempre deben encajar, y donde de hecho, ganar consiste en conseguir la mejor asimetría posible. Los toldos de colores blancos, al reflejar toda la luz, son nuestros mejores aliados para combatir las horas donde el sol pega con más fuerza, ya que actúan como un escudo protector de la misma. Cualquier idea es bien recibida cuando se trata de disminuir la sensación de calor.

De paredes y muros

La magia de reinventarse ha hecho posible diseños tan funcionales, como el de la fotografía. Y es que desde que los toldos verticales fueron diseñados, nunca fue tan placentero echarse una siesta o tomar algo cuando el sol está en su máximo esplendor. Su tejido de tela hace que no perdamos ni un detalle de lo que pasa fuera de nuestro oasis, cual escenario de sombras chinescas. 

Toldos de tejido cañizo

El diseño de este toldo sigue una línea que mezcla lo tradicional con lo contemporáneo. Incorporado dentro de un escenario de estética más bien actual, ha utilizado sin embargo, materiales altamente sostenibles, como lo son la caña y la paja. La enredadera que se forma en el cielo deja atravesar parcialmente los rayos de sol, por lo que es la hora de la caída del astro rey cuando mejor se disfruta en esta terraza.

Toldo-sombrilla

Si nos hemos decidido por instalar un toldo en nuestro jardín, pero su arquitectura interior no nos proporciona soporte desde donde sujetar sus cofres. No problem! Los hay, como el de la fotografía, que no necesitan de todo un kit para su instalación, ya que vienen con sistema de sujeción incluido. 

Un primer vistazo a este diseño nos recuerda a la figura de las sombrillas de sol, pero en su versión más sofisticada y estilosa. Su lona, de tela acrílica, filtra el 80% de los rayos del sol, además de resistir las tormentas de verano que en cualquier momento puedan sorprender. Lo ideal es contar siempre con este tipo de toldos, fáciles de transportar y funcionales.

Sombra para las estructuras acristaladas

Bien decíamos al abrir este post, que cada espacio demanda un tipo específico de toldo. Las superficies acristaladas, en este caso, necesitan de los llamados toldos veranda, aquellos que gracias a su diseño de sujeción y lona, proporcionan el máximo aislamiento al calor y a los tan molestos reflejos que provienen de los cristales. Una de sus grandes ventajas consiste en el mecanismo motorizado, que recoge el toldo hasta guardarlo en su totalidad dentro de un cajón, lo que prolongará su utilidad a lo largo de los años.

Los más clásicos

Pero no siempre los diseños más espectaculares son los que mejor funcionan cuando de aportar una sombra de luz se trata. Cuando la sencillez y lo funcional mandan sobre las características del lugar donde queremos instalar un toldo, entonces lo mejor es inclinarse por diseños como el de la imagen, discretos pero llenos de encanto. Sus brazos abatibles fijados a la barandillas le restan la aparatosidad que, a priori, asociamos a los toldos de balcón, además son la mejor apuesta para aquellas ventanas sobre las que el sol cae de lleno. Y es que un balcón sobrecalentado ¡perdería toda su magia!

Estructuras cuadriláteras

A falta de toldos extensibles, verticales o móviles, otras de las opciones que existen en el mercado son las pérgolas. Estos elementos arquitectónicos son muy útiles cuando se trata de proteger grandes espacios bajo la luz de su sombra. Su estructura puede adoptar diversas formas geométricas, aunque por lo general siguen el diseño de líneas rectas, lo que las convierten en la mejor apuesta dentro de espacios que sigan la misma fisonomía. El de la fotografía, es algo más que un elemento decorativo, y es que ha convertido la esquina del jardín en un comedor improvisado bajo la atenta mirada del astro rey. El rincón en el que todos querrán pasarse horas.

De quita y pon

Para los días cuando lo mismo llueve a cántaros que el sol brilla cual oasis del Caribe, lo mejor es tener a mano un toldo romano. Sus lonas, mediante activación manual, se pliegan formando ondas que al recogerse dejan al descubierto el cielo y sus maravillas, pero que al extenderlas dibujan una cubierta de lo más moderna y práctica. Debido a su mecanismo de funcionamiento, lo más recomendable es instalarlos debajo de estructuras en forma de pérgolas o techos de vidrio.

Bioclimáticos

¿Bio, qué? Sí, sí, has leído bien. Existen toldos y pérgolas que, una vez instalados, nos permiten regular la cantidad de luz que atraviesa sus láminas, así como la ventilación. Su sistema de funcionamiento es muy sencillo: a través de un mando a distancia,  muy práctico para cuando hemos encontrado la postura adecuada y no nos apetece levantarnos; o de forma manual, podemos ajustas las láminas de aluminio, abriéndolas o cerrándolas, según el caprichoso azar climático. Su diseño de líneas sobrias y en tonos pasteles, hacen de él un modelo fácil de integrar dentro de cualquier estética.

Aunque los grandes reyes de las alturas son los toldos, no son los únicos responsables de resguardarnos a la sombra. Si quieres echarle un vistazo a más diseños de pérgolas, así como de cenadores, te recomendamos pasarte por el siguiente libro de ideas.

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