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Un apartamento de playa bien diseñado y bien decorado hará que disfrutemos mucho más de nuestras vacaciones. Un entorno en el que nos sentimos cómodos y a gusto hace que el período de descanso sea más fructífero y reparador. Si tienes la suerte de disponer de un apartamento propio del que disfrutar no sólo en verano, tienes más motivos aún para apostar por un buen diseño y adaptar el apartamento a tus gustos y necesidades. Realiza un mantenimiento adecuado, simplificando muchas de sus tareas y ocupándote de otras para alargar más su vida. Ya sea para un uso más o menos temporal, un apartamento de playa con un diseño y una decoración cuidadosamente pensados, enriquece tus vacaciones y hace que les saques mcuho más partido. A continuación, desde homify te mostramos cómo crea hogar también en vacaciones.
Un apartamento de playa diseñado con un claro dominio del color blanco es una apuesta segura. El blanco es el color estrella del verano, la época con más horas de luz del año y con un sol más intenso, pues nos ayuda a introducir esa luminosidad en el interior del apartamento. El blanco es especialmente utilizado en zonas con altas temperaturas, pues cuando el sol incide sobre una superficie blanca, acumulará mucho menos calor que si fuera de un color oscuro. De ahí que sea un color tan asociado al Mediterraneo.
Los textiles en tonos claros, como cortinas para protegernos del intenso sol del verano, constituyen complementos perfectos. Si además utilizamos tejidos veraniegos como el lino o telas vaporosas para crear privacidad, crearemos unos ambientes muy acogedores.
Ten en cuenta que en las zonas más calurosas, donde la incidencia de los rayos del sol es muy fuerte, determinados textiles y sus colores pueden dañarse muy rápidamente. En este sentido, los textiles en tonos claros, como cortinas para protegernos del intenso sol del verano, constituyen complementos perfectos. Si además utilizamos tejidos veraniegos como el lino o telas vaporosas para crear privacidad, crearemos unos ambientes muy acogedores.
La brisa del mar quizás sea el mejor purificador de aire que existe. Su ionización negativa hace que el aire que respiramos en la costa tenga un efecto relajante en nuestro sistema nervioso. Abre puertas y ventanas de forma racional y disfruta de una ventilación natural y muy saludable.
El mobiliario de la playa está más expuesto a condiciones que afectan a su conservación como la humedad, el calor, la sal y la arena. Por ello, te recomendamos elegir materiales que sean fáciles de limpiar, que no se oxiden y que puedas usar de un año para otro sin que se deterioren fácilmente.
Uno de los agentes más deteriorantes al borde del mar es la sal. Sus efectos corroen tanto metales como madera y textiles. En el caso de metales te recomendamos pinturas y tratamientos antocorrosión y salinización; en el caso de los textiles, utilizar tejidos suaves y vaporosos como el lino o el algodón y con la madera puedes aplicar tratamientos superficiales o de inmersión que dejen una capa protectora aislante. Y así la sal la dejamos sólo para los aliños.
Cuando se trata de estancias en localizaciones sensibles a las altas temperaturas, como al lado del mar, lo ideal es instalar un sistema de aire acondicionado. Te garantizarás una temperatura refrescante en los días de máximo calor. Pero como no todas nuestras costas sufren los mismos rigores del verano, para las zonas menos calurosas recomendamos los ventiladores de techo, de pie o peana para los momentos puntuales de máximo calor. Se ahorra en consumo energético y también en riesgos de resfriados.
