Siete consejos para ahorrar electricidad en el hogar

Armando Cerra Armando Cerra
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No haría falta recurrir al tema de la economía para hacernos consciente del gasto energético que suponen ciertas prácticas cotidianas, y lo relativamente sencillo que es ahorrarnos esos costes completamente innecesarios. En realidad, bastaría con tener un poco de conciencia ecológico y de la necesidad de realizar prácticas lo más sostenibles posibles para que todos contibuyamos a no esquilmar los recursos de nuestro planeta. Sin embargo, como tantas veces hay que recurrir a mentar el bolsillo para ser más respetuoso con el medio ambiente, lo cual por cierto, suele ser siempre más barato. Aquí van siete consejos para que el importe de la factura de la luz sea mucho más barato, y todo ello sin renunciar a ninguna comodidad, solo siendo lógico y previsor.

​Evita también los consumos menores

Lo que hemos citado antes supone mucho euros al mes, sin embargo hay otras prácticas de menor importe pero que entre todas pueden suponer un importante ahorro. Por ejemplo, ¿sabías que si bajas los valores de brillo de los distintos televisores que tienes en casa y también de los monitores de ordenador, consumes menos? Al fin y al cabo no lo vas a notar tanto. Si no eres un profesional del diseño gráfico no es tan importante que visualices al cien por cien de brillo todos los colores en tu pantalla. Y en cuanto a la calidad de imagen en tu ordenador, ¡total, para lo que echan! De hecho, aún ahorrarás más si la apagas de vez en cuando.

​¿Qué es lo que más gasta?

Si pretendes ahorrar en la factura de la luz, lo primero que tienes que saber es lo que más consumo eléctrico supone en tu casa. Puedes indagar que consumo tiene cada aparato eléctrico, pero desde aquí ya te podemos avanzar que lo que supone un incremento considerable es todo aquello relacionado con la temperatura. Es decir, si tienes calefactores eléctricos ya habrás notado como sube el gasto en invierno. Mientras que si tienes aire acondicionado, también eres consciente del gasto veraniego que eso supone. Para que esos gastos sean menores, sobre todo en invierno, preocúpate sobre todo de tus ventanas, que estén lo más herméticas posibles y que puedas aprovechar cada rayo de sol que aparezca. Y en verano, al contrario, procura que corra el aire y echa las cortinas durante las horas más calurosas.

​Busca el modo ahorro de todos los dispositivos que poseas

Otro consejo de ahorro muy práctico es buscar en los frigoríficos  de nuestra cocina o en los diferentes programas de tu lavadora, los modos de ahorro de cada aparato, a veces llamados eco. Búscalos y haz que esos electrodomésticos trabajen de esa manera, están creados para que sigan cumpliendo sus funciones con una mayor eficiencia y por la tanto un gasto menor. Es algo así como las bombillas de bajo consumo, también ahorras en la factura, te salen un poco más caras en el momento que las compras, pero la diferencia la empiezas a amortizar desde el primer encendido. En el caso de los dispositivos y electrodomésticos que poseen ese modo ahorro, ocurre exactamente lo mismo.

​Desenchufa todo, absolutamente todo, de noche

Cuando te vayas a dormir merece la pena invertir unos segundos en apagar todo lo que no necesita estar encendido durante la noche, sobre todo en los salones más modernos donde abundan los aparatos electrónicos. Es decir, salvo la nevera y algún que otro reloj, prácticamente el resto de aparatos pueden apagarse por completo. Y por completo significa ahorrarse los consumos fantasmas que producen esos pilotos rojos de led que alguno jamás apagáis. Es un gasto menor, pero cuenta el número de esos pilotitos que hay en tu casa. Al final suma, y un día tras otro, y noche tras noche. Para ahorrárselo, lo mejor es tener regletas con interruptor, de manera que con apagar la regleta te garantizas que no hay corriente a varios dispositivos como ordenadores, router, cadena de música o televisiones.

​Instala dispositivos de medición de consumo

Todo lo dicho hasta aquí es cierto. Aunque tal vez seas un poco escéptico. Si es así, comprueba la veracidad de nuestras propuestas adquiriendo dispositivos de medición del consumo. Es el mejor modo de hacerse consciente de lo que gastamos y cómo lo hacemos. Y desde luego tras recoger esos datos, hay que analizarlo y decidir dónde podemos ahorrar un poco o un mucho, a veces con unas sencillas prácticas cotidianas, porque todos nos sorprenderíamos de lo que somos capaces de gastar sin necesidad alguna.

Electrodomésticos de eficiencia energética

Si tienes que renovar tus electrodomésticos, además de atender a su estética y tamaños, hay un elemento que le tienes que prestar mucha atención. Es su etiqueta de eficiencia energética. Se trata de una especie de certificado que te indica no sus consumos, sino su eficiencia. Es decir, una lavadora con mucha capacidad de carga en litros va a consumir más que otra menor, pero puede ser mucho más eficiente en su consumo eléctrico y también de agua. Es decir, que a la larga puede ser mucho más rentable, de hecho suelen incluir unos valores anuales en la parte baja de la etiqueta. No obstante, lo más sencillo es fijarse en las bandas de colores que califican al electrodoméstico, y los mejores son los que tienen la califiación A sobre la banda verde. Y dentro de la categoría A, veréis A+, A++ y A+++, eso se debe a los constantes innovaciones en este campo, y cada vez van añadiendo más símbolos positivos a más eficiencia. E incluso los hay que añaden un porcentaje, por ejemplo A+++ -10%, es decir, que esa máquina aprovecha un 10 % mejor sus recursos que otra de categoría semejante.

Controla tus dispositivos desde el móvil

Si hay posibilidades económicas está claro que diseñar una vivienda para que su instalación eléctrica y los diferentes aparatos electrodomésticos puedan ser gobernados gracias a la domótica resulta una inversión muy interesante a largo plazo, tanto desde un punto de vista económico, como desde la cómoda realidad que puede suponer en el día a día. Desde luego pensar en una instalación domótica implica pensar en empresas especializados como los asturianos Indomotiq.

No obstante, no siempre es posible planteárselo por diversos motivos. Sin embargo, si que hay soluciones que no tienen un carácter integral pero si puede ser muy útiles. Por ejemplo, hay enchufes inteligentes programables para que activen determinados dispositivos solo cuando tenemos constatado que son necesarios. E incluso cada vez son más los electrodomésticos que se pueden activar mediante aplicaciones en los smartphone, algo sin duda extraordinariamente útil y también muy económico. Por ejemplo, para encender la caldera de casa, poco antes de llegar, sin que tenga que estar varias horas encendida debido a una programación fija, que evidentemente no sabe de los contratiempos que pueden surgirnos cada día.

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