Vintage con un toque moderno

La recepción del hostal se presenta como un lienzo en blanco, salpicado por toques de texturas, tramas y elementos llamativos de decoración. El uso del color blanco en los cerramientos hace que los mismos pasen a estar en segundo plano al ojo del espectador, resaltando el decorado puntual de los pisos y el interesante juego de la gigantografía que adorna las paredes, siendo estos componentes que veremos repetidos en cada uno de los espacios del proyecto.

Es prácticamente imposible pensar en Barcelona y no pensar en Antoni Gaudí, sus obras son fuente de inspiración a la hora de diseñar. Un elemento que protagoniza este proyecto son las baldosas hidroneumáticas (también presentes en obras de Gaudí). Las baldosas, coloridas y de formas geométricas, enmarcan espacios tanto de transición como de permanencia, en este caso, el área del vestíbulo principal.

El diseño gráfico sorprende y evoluciona en cada estancia del hostal. En el caso del estar, se utiliza una composición de mobiliario variado, generando un estilo relajado y varonil por sus texturas de cuero y colores oscuros, convirtiéndose en un área acogedora y cálida para pasar el rato. La pared de fondo es el elemento focal de la habitación, robando miradas con sus líneas y figuras psicodélicas de estilo futurista de los años 60. 

Los rombos, diamantes y figuras geométricas vintage lucen geniales como parte del concepto decorativo. Tanto en muebles como en paredes, las líneas simples, los tonos fríos y neutros hacen presencia en puntos focales de cada habitación. Combinados con materiales como la madera y el concreto, crean un balance ideal entre lo cálido y lo frío en cada espacio.

¿Quién dijo que las letras no son decorativas? Desde palabras hechas con mosaicos, hasta letreros iluminados, el diseño gráfico se torna 3D para dar un toque distinto y llamativo a cada área, ayudando a diferenciar zonas y reconocerlas de una manera más fácil. 

Abierto, iluminado, acogedor y agradable. Son algunas de las características principales que se buscan a la hora de diseñar áreas comunes. Se presenta de nuevo el color blanco en los muros y mobiliario, el jardín vertical separa sus plantas idénticas en macetas de arcilla, incorporando elementos vintage de estilo mediterráneo. Gracias a la combinación de objetos discretos y delicados presentados de manera repetitiva, se logra generar un todo llamativo y distinto.

Lugares clave, como el área del bar, son decorados con rombos, diamantes y hexágonos plasmados en paredes y pisos, manteniendo la continuidad de los elementos de diseño que forman parte del concepto del proyecto. La iluminación es otro protagonista en este espacio, puntos de luz cálidos y focales iluminan la barra para acentuar aún más este sitio de reunión; revestido (como en otras áreas) de color blanco para contrarrestar lo llamativo de las paredes y el piso.

El reciclaje está en boga, no solo por su bajo impacto ambiental, sino por el estilo tan único y variado que puede otorgarle a un espacio. La incorporación de muebles antiguos con toques modernos, como colores vivos o texturas variadas, aportan una vibra única e irrepetible en cada área. 

Este proyecto deja claro que un buen diseño se caracteriza por la armonía de sus elementos, la manera en que se mezclan y como se utilizan para dar carácter y valor a cada uno de sus espacios. El diseño gráfico, las texturas y la combinación de estilos son herramientas básicas para llegar a una excelente propuesta.