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Nuestro hogar es el lugar donde nos ponemos cómodos y vivimos de la manera que más nos gusta, buscamos las mejores formas de vivir en torno a nuestro hogar y estilo de vida, y si bien muchas veces la mayor parte de lo que hay en nuestra casa y cómo hacemos uso de eso es decisión propia, existen ciertos hábitos que, tal vez porque creemos inofensivos o por falta de información, no contribuyen a un buen estilo de vida. Ciertos hábitos que luego de pocos días de modificarlos logramos cambiar y podemos mejorar nuestra salud, pero también nuestro modo de vivir la casa, ciertos detalles que no somos conscientes que molestan o alteran el orden.
En homify nos encanta inspirarte para que tus ambientes se vean más lindos, pero también creemos necesario que no sólo sea una cuestión de estética, sino de calidad de vida, por eso en este libro de ideas te presentamos ciertos malos hábitos que con un poco de práctica vas a poder cambiar (dicen que con 21 días basta para crear un hábito nuevo) y así mejorar tu calidad de vida.
Un mal hábito que muchos sabemos que lo es porque al momento de amanecer y acercarnos a la cocina a preparar el desayuno nos decimos a nosotros mismos: nunca más dejo los platos sucios… y sucede de nuevo.
Lavar los platos al terminar de cenar no sólo nos ayuda a tener un inicio de día mucho más armónico sino que evitamos que hormiguitas o cucarachas (especialmente en verano) se acerquen a nuestra cocina, porque una vez que aparecen su recorrido pocas veces se limita a la bacha convirtiéndose en un gran problema. Así que la próxima vez que el cansancio te tiente, recordá que tenes 21 días para vencerlo y así crear el nuevo hábito de una bacha limpia cada mañana.
Otro clásico de los malos hábitos es el hecho de comer en la cama, si bien muchos lo hacen como rutina de domingo, feriado o especialmente en invierno, nunca puede faltar el chocolate en la cama, lo cierto es que este hábito no es tan inofensivo. Las migas caen, los envoltorios se rompen y sin darnos cuenta tenemos restos de comida en la cama, lo cual se traduce en restos de comida en nuestro cuerpo cuando nos vamos a dormir, y no hay nada menos higiénico que una cama con comida, es ambiente ideal para gérmenes y bacterias.
Además de los restos de comida en la cama, otra consecuencia mala de comer en ella es que no tenemos una buena postura, incluso muchas veces viendo tele solemos comer acostados ¡no hay nada peor que eso! Así que vayamos despidiéndonos de este mal hábito y dejar cada cosa en su lugar, la comida en el comedor y el dormitorio limpio como corresponde, para lograr un buen descanso.
Pilas de ropa en una pobre silla ¿A alguien le suena? Cuando llegamos de un largo día, cuando nos vamos a dormir o simplemente cuando damos mil vueltas antes de decidir qué ponernos solemos dejar toda la ropa en una silla con la vaga promesa de acomodar cada cosa en su lugar, cosa que pocas veces sucede.
Éste hábito es uno de los más inocentes y que si bien no afecta a nuestra salud, cambiarlo puede implicar un mayor orden en la casa, la sensación de ambientes más limpios y prolijos muchas veces inconscientemente nos hacen sentir mejor, más relajados incluso si de nuestra propia casa se trata. Por eso, por más que este hábito te parezca un poco tonto, te invitamos a que pruebes unos días y nos cuentes qué te parece. Convengamos que mucha pérdida de tiempo no implica, ya que cambiando la silla por un perchero, uno de pie en la entrada de nuestra casa o uno colgante detrás de la puerta del dormitorio o en el interior del placard y problema solucionado, nos encantan los percheros de Nomo, con espacio suficiente para dejar la ropa cómodamente ordenada.
Otro hábito a corregir que es importantísimo y tiene que ver con éstas épocas de bajas temperaturas, si bien todos queremos llegar a casa y encerrarnos, un hábito necesario y saludable es ventilar la casa.
Las habitaciones, especialmente el dormitorio, deben ser ventiladas todo el año, especialmente los meses de invierno porque la calefacción muchas veces deja un aire un poco viciado, además si muchas personas conviven en la casa será más saludable para evitar así esas gripes que se suceden cuando uno cae enfermo y por meses los virus andan como pancho por nuestra casa enfermándonos uno a uno. Podemos aprovechar el momento de la cocina para ventilar la cocina comedor, o cuando nos bañamos y abrir ventanas sin sufrir las frías consecuencias.
Así como dijimos que no se puede comer en la cama habitualmente, creemos que para mucha gente, mirar tele desde la cama también es un hábito que afecta la calidad de vida. Por el simple hecho que si bien existe quienes se relajan y se duermen con la tele, otros se estimulan mirando películas o programas y, a pesar del cansancio, no se duermen hasta altas horas o lo hacen sobreestimulados y no logran conciliar un sueño que permita el correcto descanso.
Por eso hay que evaluar nuestra relación con la tele y los aparatos electrónicos de manera de no llevarlos a la cama si interfieren en nuestro descanso.
Cuando compartimos la casa con más personas, incluso hasta cuando vivimos solos, es común que en el baño haya más de una toalla, eso no está nada mal, el peligro viene cuando las toallas están encimadas, cuando las colgamos una arriba de la otra, o incluso al lado de modo que se toquen. Las toallas húmedas deben secarse cómodamente y sin tener contacto con otra tela porque de este modo facilitamos la aparición de moho, y teniendo en cuenta que las toallas son elementos de higiene persona, debemos tener el máximo cuidado con ellas. Lo ideal es que cada toalla tenga su perchero y por supuesto lavarlas a altas temperaturas de manera de eliminar cualquier bacteria.
Si bien la limpieza siempre está presente en nuestra casa, debemos atender a un detalle que no siempre se tiene en cuenta: los controles remotos, las manijas de las puertas o teléfonos. Esos lugares por los que pasan mil manos suelen albergar miles de bacterias, por lo tanto desinfectarlo es una gran manera de prevenir enfermedades, mantener un ambiente más pulcro, especialmente cuando hay pequeños en la casa, evita que las gripes u otras enfermedades se adueñen de nuestra casa.
Esa gran mentira la hemos dicho y escuchado infinidad de veces, hoy día con el poco espacio que ofrecen muchos departamentos y con la vida nómade de muchas personas acumular cosas es algo innecesario y que sí puede afectar a la calidad de vida en tanto no sabemos ya dónde colocar las cosas y logramos así tener una casa o departamento lleno de cosas que le dan un aspecto un tanto caótico.
Muchas veces duele deshacernos de las cosas, pero lo cierto es que no sólo la próxima vez que nos toque una mudanza las cosas serán más simples sino que aprendemos a despegarnos de aquello que atesoramos sin mucho sentido, es un gran ejercicio de los actualmente llamados “espirituales”.
La cuestión se puede resolver fácilmente, si en el último año no fue utilizado lo mejor será tirarlo, venderlo o regalarlo. Te aseguramos que te vas a sentir más liviano después de haber limpiado tu casa, y vas a ver que sí se puede vivir con menos.
Si leíste esto para mejorar tus hábitos tal vez te sientas un poco mal de los pequeños placeres que haya que cambiar, para revertir esto te invitamos a leer: Relax en casa: disfrutando del fin de semana. Tal vez una excepción haya que hacer.
