Las puertas son elementos imprescindibles en una vivienda; son el acceso a otras estancias y al quedar cerradas adquieren valor decorativo. En este libro de ideas te vamos a mostrar 10 ejemplos variados de puertas, tanto de interior como de exterior, con un acabado lacado en blanco, una moderna tendencia La moda muy próxima al minimalismo y que refuerza la decoración sencilla de salones y habitaciones. El blanco siempre aporta elegancia y apertura, es un color que combina con cualquier otro elementos de la vivienda.
Si elegimos puertas lacadas en blanco para el interior de la vivienda, hay que tener en cuenta que este color condiciona otros elementos de la carpintería como los rodapiés, no así el suelo ya que convive perfectamente con suelos de madera, sintéticos o cerámicos. Las puertas lacadas en blanco son algo más sufridas, la suciedad y el polvo se nota más fácilmente, y requieren una vigilancia especial en este aspecto. Aún así son una opción elegante y resplandeciente para cualquier salón, cocina, dormitorio o puerta de entrada. pasen y vean.
Entramos en nuestro recorrido con esta amplia puerta lacada en su parte interior a juego con el resto del recibidor. Unas anchas molduras y un alto rodapié, también en blanco, enmarcan todo el conjunto en la máxima elegancia y criterio decorativo.
Finalizamos con un ejemplo de puerta corredera lacada en blanco que se esconde en la división vertical eliminando la sensación de cierre y generando un tránsito entre espacio mucho más acogedor. Es un tipo de diseño que premia las líneas puras, sencillas e incluso minimalistas.
nos encontramos ahora con una clásica puerta doble, lacada en blanco y con pequeños cristales ajedrezados para dejar pasar la luz. Se trata de un modelo muy habitual para el acceso al salón de la vivienda desde un recibidor o distribuidor que aprovecha la entrada de luz natural para repartirla por el resto de la vivienda.
En este otro modelo de puerta exterior a la calle, vemos una estructura principal en láminas horizontales enmarcada en perfiles anchos, con un tirador sinuoso, muy moderno, y un lateral en cristal traslúcido para recoger la luz natural del exterior. Todo el conjunto lacado en blanco perfecto, dejando un gran destello de clase y elegancia antes de entrar en casa.
Son dos grandes frentes lacados en blanco que algo esconden en su interior, por las dimensiones puede ser un armario, dos camas o quizás sea otra cosa. Tendrás que esperar a la siguiente imagen para averiguarlo.
¿Te lo imaginabas? Viendo ahora las dos imágenes en conjunto nos damos cuenta de la extraordinaria funcionalidad y aprovechamiento del espacio en este pequeño apartamento, en el que la cocina queda recogida instantáneamente tras dos grandes paneles lacados en blanco. Una puerta más allá de lo original para aislar la cocina del salón.
En esta vivienda reformada se recurrió a las puertas correderas como un sistema de ahorrar espacio y mejorar la accesibilidad. La cocina y un cuarto de aseo que quedan contiguos en la planta baja son abiertos de forma simétrica por sendas puertas lacadas en blanco que se esconden en las paredes adyacentes. El efecto, además de simétrico resulta muy atractivo y creativo.
En la reforma de este loft, se aprovecho al máximo el espacio y uno de los recursos es darle el máximo protagonismo al blanco. Lo vemos en la pintura de las paredes, en el techo y los muebles y por supuesto en las puertas de acceso al dormitorio y a la entrada principal. El blanco lo absorbe todo y llena el espacio de luz y claridad.
A simple vista, nadie diría que esta es una puerta de entrada, más bien un armario o un hueco de almacenamiento más. Sin embargo, el pomo delata otra cosa. Perfectamente disimulada con la carpintería lacada en blanco de los armario que hay a su lado, esta puerta de entrada elimina la sensación de salida y entrada y crea un espacio único con una personalidad muy atractiva en el que todo queda en casa.
Otro modelo bastante más clásico que los anteriores es este ejemplo de doble puerta corredera de acceso al salón principal, enmarcado en carpintería blanca y con rodapiés altos de 10 centímetros. Los tiradores negros de forja centran la atención del conjunto sugiriendo una entrada expectante a un espacio que a buen seguro nos sorprenderá por su elegancia y distinción